Si llevas varios meses haciendo el mismo entrenamiento, los mismos ejercicios con mancuernas o los mismos kilómetros corriendo sin variar tu tiempo o intensidad, es más que probable que notes tres cosas : 1) aburrimiento extremo; 2) falta de motivación y 3) una clara disminución de los resultados. Tres efectos negativos, derivados de la falta de variedad en tus entrenos, que se solucionan de la misma manera: cambiando tu rutina de ejercicios y evolucionando. Muchos creen que hacer una rutina obsoleta y terminar congestionados es la clave.. y no. Están equivocados.
Cualquier ejercicio ya sea una tabla de fitness, running o cualquier otra disciplina deja de resultar eficaz en el momento en el que nuestro cuerpo y nuestros músculos se acostumbran a él y al estímulo que produce. Es entonces cuando empezamos a gastar menos energía y nuestra progresión se estanca. Algo que sucede, aproximadamente a las 4 semanas de haber empezado a practicarlo de ahí que su exclusivo programa sea diferente cada mes.
El preparador físico de ASEP TEAM explica que muchos estudios demuestran que, no solo se adapta el cuerpo y se estanca, sino que podría llegar a resultar negativo haciéndonos perder fuerza o empeorando nuestro ritmo explosivo. «La variedad puede ser uno de los principios de entrenamiento más olvidados y en cambio es uno de los más importantes para garantizar resultados.
Y no solo hablamos de los efectos del entrenamiento en nuestro cuerpo. Variar los estímulos es importante, no solo para alcanzar el objetivo o mejorar el rendimiento deportivo, sino también para evitar la monotonía y ayudarnos a ser más constantes –»la clave de cualquier objetivo», apunta–. Un factor sumamente interesante si lo que estamos buscando es la pérdida de grasa : en este caso, «se requiere más frecuencia de entrenamiento y, si lo variamos, mantendremos la motivación y, además, mejoraremos sus efectos».
Cambiar nuestra rutina de ejercicios cada 4 semanas y las clases grupales cada 4 sesiones de la misma clase, insisto en que todo depende del nivel físico, el tipo de estímulo o los factores genéticos de la persona en concreto. » Lo ideal es saber cuál es tu objetivo y así poder planificarte los entrenamientos a medio y largo plazo. No es lo mismo querer ganar masa muscular que perder grasa», sentencia. Para conseguir el primer objetivo, sería suficiente con variar los ejercicios; para el segundo, en cambio, debemos alternar ejercicios de tonificación y cardio.
Dicho todo lo anterior, tampoco se trata de hacer justo lo contrario. «De la misma manera que no es bueno mantener la misma rutina, no es conveniente cambiar en exceso, ya que no llegamos a trabajar los músculos adecuadamente y no podemos progresar en el entrenamiento. La progresión también requiere un tiempo mínimo de adaptación para que los músculos asimilen el movimiento y la carga, y esto varía en función de la persona y el tipo de entrenamiento.
Ahora bien, cuando hablamos de variedad, ¿estamos haciendo referencia también a la intensidad, la duración y las repeticiones o tendríamos que cambiar de ejercicio por completo? «Cualquier revisión del entrenamiento pasa por modificar la intensidad, la duración, las series o las repeticiones de los ejercicios y ajustarlas a las nuevas necesidades de la persona. Solo así, con un seguimiento continuo del programa, conseguiremos los resultados deseados. En función de todos estos parámetros, trabajamos un objetivo u otro.
El cambio es importante escoger los métodos de entrenamiento más adecuados, y después alternarlos y modificarlos sutilmente según nuestros objetivos. » La variedad puede ser de muchas maneras en función del objetivo. Los diferentes sistemas y métodos de entrenamiento se caracterizan por tener una intensidad, repeticiones y duración específica, ya que cada uno consigue provocar diferentes efectos en nuestro cuerpo a nivel metabólico, hormonal, etc. La clave es elegir bien estos sistemas y métodos, alternándolos o haciendo pequeñas variaciones para alcanzar nuestro objetivo «.
Seguimos el el próximo post.
