
Cuando nos quejamos tenemos consecuencias negativas de las que en ocasiones no somos conscientes:
- Favorecemos un estado de ánimo negativo. Cuando esto sucede, es más probable que interpretemos lo que nos pasa también de forma más negativa.
- Creamos un mal ambiente entre nuestros amigos, compañeros, pareja, conocidos o familiares.
- Los que nos rodean se cansan de nosotros, nos evitan, porqué no somos buena compañía, –de verás que a nadie le gusta estar junto a un «amargado»–. Tendrán menos ganas de quedar con nosotros. ¿Tú elegirías tomar un café con alguien que no sonríe y que se queja de todo?
- Nos hace pasivos porque mientras nos quejamos no resolvemos.
- No aprendemos nuevas formas de abordar los problemas.
- La queja produce estrés en ti y en los que la escuchan o la “sufren”. Y recuerda que el estrés afecta a nuestra salud.
En definitiva te hace daño a ti y a los demás. Puedes llegar a convertirte en una persona tóxica.
En el próximo Post, hablar de los beneficios de no quejarse.