Esto va de la mano con ser entrenador. Como entrenador, la honestidad es la mejor política. Ahora, esto no es solo ser honesto con tu compañero sobre su técnica o su elección de ejercicios, sino más bien y, sobre todo, con su esfuerzo.
¿Tu compañero/a está vacilando durante el entrenamiento sin llegar al carácter de esfuerzo programado? Házselo saber. ¿Has notado que levanta la mano demasiado con la nutrición y se queja de no progresar como le gustaría?Házselo saber. Si sois compañeros de entrenamiento, sois parte de un equipo: si él o ella está matando lentamente su progreso al no mantener la dedicación y tú no haces nada para ayudar, entonces eres cómplice de este retroceso.

Incluso si ninguno de los dos aspira a competir en ningún deporte, la honestidad es siempre una gran política entre compañeros de entrenamiento.