Aquellos deportistas que quieren triunfar deberán aprender a convivir con el fracaso, a veces paralizante y descorazonador. El fracaso puede también permitirnos reiniciar con pie derecho, en la medida en que sepamos analizar las causas y estar abiertos a aprender nuevas lecciones.
Una frase que me repito mucho es que me he fallado a mí mismo 1000 veces , caí 1000 veces he llevado sobre mi más de mil derrotas , lesiones ….He fracasado una y otra vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito”. Muchos especialistas afirman que uno de los ingredientes para logar con éxito un objetivo es vivir el fracaso y aprender a superarlo. No vivir en el fracaso y lamentarte que mañana lo harás y buscando excusas nada más .
En el deporte, la repetición es una de las claves del entrenamiento: no solamente porque nos permite generar hábitos y destrezas, sino también porque así podemos corregir posturas y formas al realizar nuestro deporte. Repetir y seguir buscando formas de mejorar, formas de ser mejores no solamente para saber perder sino también para aprender a ganar.
Ten en cuenta que hay días buenos y días malos. Nuestro cuerpo no siempre tiene la misma predispocisión hacia el esfuerzo. Esto les pasa hasta a los mejores deportistas, y tiene una explicación que se resume en una sola palabra: biorritmos.
Lo mismo pasa si nos alejamos del deporte, no todos los días en el trabajo, instituto, universidad, en casa o en otros ámbitos son buenos; los hay mejores y peores lo cual hay que asumir y saber relativizar las adversidades y sobre todo aprender de ellas y superarlas.
Lo que uno siente como un fracaso otra persona lo ve como una oportunidad para mejorar y superarse.Sobre los biorritmos es complicado actuar, pero por eso debes aprender a buscar tus errores. Sólo detectando tus deficiencias puedes empezar a trabajar para subsanarlas en el futuro.Sé realista al plantear tus objetivos. No todas las cosas que planeamos suceden de manera inmediata algo que hay que tener muy claro desde el comienzo ya que al no conseguirlo tan rápido como se había previsto puede llevarnos a la frustración por la sensación de fracaso. Cuando miramos un objetivo es mejor olvidarnos de las líneas rectas y comenzar a dar por hecho que el camino tendrá baches, pendientes y curvas cerradas.