1- No te saltes el calentamiento
A los 20 años es recomendable, pero a partir de los 40 casi una obligación. Suda, pero sin excederte con el cardio. Se trata solo de acondicionar el cuerpo.
2- Desarrollar la fuerza sin «hacer burradas»
Técnica, calidad en los ejercicios y ralentización de los ejercicios. Olvídate de levantar grandes pesos, lo fundamental es perfeccionar los movimientos.
3- Conexión mente-músculo
Más que nunca, concéntrate en los ejercicios y siente el desarrollo del musculo de principio a fin.
4- Peso más ligeros y más repeticiones
Lo dicho anteriormente: olvídate de cargar muchos kilos. Es lo que Cavaliere llama entrenamiento metabólico, pesos más ligeros y más repes, que te dejarán menos dolorido y acelerará tu recuperación de un día para otro.
5- No eres un atleta
Aunque te creas que lo eres, no lo eres. Olvídate de competir con otros compañeros del gimnasio y disfruta de tus entrenamientos. Ponte objetivos personales y lucha por conseguirlos planificando tus rutinas y variando los ejercicios.
6- No descuides ningún músculo
Como ya cuentas con una base sólida, puedes dedicar más tiempo a tus antebrazos, gemelos o incluso el core.
7- Cambia tu manera de hacer cardio
Correr en la cinta o hacer remo debe ser cosa del pasado; para tu cardio, opta ahora por cuerdas de batalla, arrastres o burpees , que mimarán más tus articulaciones y te harán sudar igual o más que antes.
8- Cuida más que nunca tu alimentación
A partir de los 40 una buena nutrición es fundamental. Más proteínas que nunca y vigila tus caprichos en la cocina.
